Cuidado con la gripe

La gripe también es conocida como gripa o influenza es una de las enfermedades más comunes a nivel mundial. El origen de esta enfermedad radica en un virus que, tras alojarse en el organismo, desencadena los síntomas asociados a esta enfermedad. El cuidado adecuado y la responsabilidad con el tratamiento permiten afrontar de buena manera esta enfermedad y lograr la mejoría.
 
La transmisión de esta enfermedad se genera cuando se inhalan gotitas del estornudo o de la tos de alguien contagiado, o sólo por el hecho de hablar con esa persona. Además, se puede contraer esta enfermedad si se toca algo que tenga el virus y luego se pasa la mano por la cara. Debido a la facilidad con la que se transmite, es una enfermedad que se propaga rápidamente, afectando a gran número de personas. Cabe mencionar que, tras adquirir del virus, éste pasa por distintas barreras naturales del organismo que le dificultan su subsistencia y futura manifestación sintomática.
 
Una vez contagiado con el virus de la gripe, los síntomas se comienzan a manifestar a los pocos días (generalmente a los 2 o 3 días). El primer síntoma es fiebre, que puede estar acompañada por otros, como por ejemplo, dolor de cuerpo, escalofríos, mareos, dolor de cabeza, decaimiento, entre otros. Con el paso de los días, puede aparecer tos, estornudo, síntomas respiratorios, dolor de garganta, etc. Es importante no confundir esta enfermedad con el resfrío común o catarro, el cual es una enfermedad menos grave y causada por un virus distinto.
 
El tratamiento de esta enfermedad se realiza una vez han aparecido los síntomas, es decir, es sólo sintomático. Se recomienda descansar, tomar mucha agua y evitar el tabaco y el alcohol. En general los síntomas desaparecen tras 3 o 4 días, sin necesidad de consultar a un doctor o tomar antivirales. Estos últimos, son recetados generalmente a personas que tienen una manifestación más grave de los síntomas o que posean complicaciones con la gripe, sin embargo, tienen una eficacia muy limitada.
 
En general, como se ha mencionado anteriormente, el pronóstico de una persona que posee gripe es muy favorable, poseyendo una recuperación parcial a los 7 días y total a los 15 días de contraída la enfermedad. A pesar de este alentador panorama, las personas que poseen gripe pueden contraer neumonía u otra infección, complicando su pronóstico.
 
Es muy importante tomar medidas para prevenir el contraer gripe. Algunas de las maneras en que se puede prevenir son: lavarse las manos frecuentemente; evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca; mantener un aseo adecuado en los espacios que utilice, desinfectando con productos adecuados; tener cuidado con no compartir alimentos con alguien que esté contagiado;  utilizar máscaras para respirar si acude a un lugar en donde haya mucha gente contagiada; etc.