La glándula pineal

La pineal o epífisis es una glándula cuya forma es ovoidea, aplanada y pequeña, como un poroto, y se encuentra ubicada en la parte posterior del cuerpo calloso, es decir, más o menos al medio del cerebro. Por su ubicación, esta glándula ha sido asociada con el tercer ojo, y también ha sido relacionada con símbolos antiguos, como el ojo de Horus. Esta asociación permite creer que si se medita o realizan ejercicios de visualización con la pineal, es posible desarrollar cualidades que permiten aumentar la sensibilidad en relación a aspectos intuitivos y sutiles de la experiencia humana.

Científicamente se ha descubierto que la glándula pineal está relacionada con la secreción de la hormona melatonina, la cual permite la regulación del ciclo circadiano del sueño y la vigilia. Esto es posible gracias a que la pineal está unida mediante ciertas estructuras a la retina, lo que permite que capte la información de los estímulos visuales, de manera que, ante una disminución de la luz, se secreta melatonina. Esta última cumple con la función de inducir el sueño, apoyada por la serotonina.

Por otro lado, también se ha visto que la melatonina cumple otras funciones, como por ejemplo, un efecto antioxidante. Además, participa activamente en el inicio de la pubertad, y su secreción disminuye a medida que van pasando los años. También se ha visto que participa en la apoptosis de las células cancerosas en el timo.

Este último tiempo, se ha visto un aumento y una masificación de las creencias que enfatizan la importancia del entrenamiento de la glándula pineal para desarrollar capacidades intuitivas y extrasensoriales. Su vinculación con el tercer ojo o con el sexto chacra, permite creer que la pineal constituye un centro energético de gran relevancia en el ser humano. Algunos incluso han llegado a señalar que corresponde al órgano en donde se encuentra alojada el alma.

Si bien científicamente no se ha podido comprobar nada en relación a las propiedades energéticas de la glándula pineal, éstas no se pueden descartar, ya que es muy difícil establecer criterios científicos que permitan la indagación y medición de este tipo de propiedades. A pesar de todo, sí se puede destacar la pineal como un órgano de gran importancia, dado el rol que juega en la regulación endocrina.